La violencia de género contra las mujeres es una problemática que trasciende fronteras y culturas, dejando profundas secuelas en la salud física, mental y social de las víctimas.
Por Alondra Garrido
La violencia de género contra las mujeres es una problemática que trasciende fronteras y culturas, dejando profundas secuelas en la salud física, mental y social de las víctimas. En Chile, este fenómeno ha sido objeto de atención creciente, tanto en términos de investigación como de implementación de políticas públicas destinadas a su prevención y abordaje.
Las mujeres que han sufrido violencia de género experimentan una amplia gama de consecuencias psicológicas, entre las que destacan:
Trastornos de Ansiedad y depresión: La exposición constante a situaciones de abuso puede desencadenar trastornos de ansiedad y depresión severa, afectando la capacidad de la víctima para llevar una vida cotidiana normal.
Estrés Postraumático (TEPT): Muchas víctimas desarrollan TEPT, caracterizado por flashbacks, pesadillas y una hipervigilancia constante, lo que dificulta su recuperación emocional.
Baja Autoestima y Sentimientos de Culpa: El maltrato sostenido erosiona la autoestima de las mujeres, llevándolas a sentirse culpables por la situación que viven, lo que puede impedir que busquen ayuda.
Ideación Suicida: En casos extremos, la desesperanza y el aislamiento pueden conducir a pensamientos suicidas o intentos de suicidio.
Además de los efectos psicológicos, la violencia de género tiene repercusiones físicas y sociales significativas:
Lesiones Físicas: Desde contusiones hasta fracturas y lesiones internas, las agresiones físicas pueden dejar secuelas permanentes en la salud de las mujeres.
Problemas de Salud Reproductiva: La violencia sexual puede resultar en embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual y complicaciones ginecológicas.
Aislamiento Social: Las víctimas a menudo se ven aisladas de sus redes de apoyo, lo que dificulta su capacidad para buscar ayuda y salir de la situación de violencia.
En Chile, la violencia de género ha sido reconocida como un problema de salud pública y de derechos humanos. Según la Encuesta Nacional de Violencia Intrafamiliar (ENVIF) 2022, un 23,3% de las mujeres entre 15 y 65 años ha sido víctima de violencia intrafamiliar en los últimos 12 meses, y un 44% ha experimentado violencia física, sexual o psicológica en algún momento de su vida.
Para abordar esta problemática, el Estado chileno ha implementado diversas iniciativas:
Estos centros, distribuidos en todo el país, ofrecen atención psicológica, social y legal a mujeres víctimas de violencia, con el objetivo de disminuir los niveles de riesgo y promover su autonomía.
Este programa busca disminuir el daño psicosocial en mujeres víctimas de violencia de género, así como promover y fortalecer su derecho a una vida libre de violencia.
Servicio telefónico que brinda orientación a mujeres que sufren o son testigos de maltrato físico y/o psicológico, informándoles sobre sus derechos, procesos de denuncia y servicios de apoyo disponibles.
La violencia de género tiene efectos devastadores en la salud mental y física de las mujeres, así como en su bienestar social. Es imperativo que los gobiernos, las organizaciones y la sociedad en su conjunto implementen estrategias integrales que aborden tanto la prevención como la atención y recuperación de las víctimas, aprendiendo de las experiencias exitosas a nivel internacional para construir un futuro libre de violencia para todas las mujeres.
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